martes, noviembre 14, 2006

HUÁSCAR: UN GESTO DE BUENA VECINDAD
  • Una política exterior que debe sobrellevar actos propios de la guerra fría no puede concluir en nada positivo

En mi primera incursión televisiva en un programa de opinión, El Termómetro, la posición que defendí recibió un 89,49% de rechazo. Sólo un 10,51% me respaldó y estuvo por restituir el Huáscar al Perú. No fue el amplio margen de esa derrota lo que me llamó la atención, pues tengo vocación de minoría, sino la virulencia de los televidentes que llamaron para exponer sus razones.

En esencia, esas razones se basaban en que el Huáscar constituye una reliquia histórica; que hubo derramamiento de sangre chilena en su captura; que en él murió -además de Prat y Grau- el comandante chileno Manuel Thomson; que el Huáscar formó parte de la escuadra chilena por 18 años (desde 1879 a 1897); que participó en la Guerra Civil del 91; y, en fin, que formaba parte de nuestra identidad nacional, como concluyó conmovida la historiadora Patricia Arancibia.

Hasta el Comandante en Jefe de la Armada de Chile aceptó participar y recordó que el Huáscar desde el 8 de octubre de 1952, aniversario de la Batalla de Angamos, fue oficializado como Santuario de las Glorias Navales de Chile y Perú, despojándolo de su anterior título de botín de guerra.

Por mucho que la Guerra del Pacífico constituya un hito para Chile, pues: i) fortaleció su autonomía política frente a sus vecinos; ii) definió su límite norte, entregándole a Chile la soberanía sobre vastos territorios ricos en minerales; y, iii) consolidó la identidad nacional, que venía configurándose desde la Independencia; no creo que hoy la devolución del Huáscar u otra solución acordada, pueda ser considerada como un hecho que debilita la identidad nacional del país.

La razón esgrimida para retenerlo es histórica, por llamarla de alguna manera altruista; aunque tras observar la citada reacción de los televidentes, prefiero calificarla de chovinismo decimonónico y provinciano. Cómo me habría gustado preguntarles en directo a esos ciudadanos virtuales si esa retención contituye una conducta compatible con un proceso de real integración latinoamericana; o si no es un contrasentido insistir en retener el Huáscar en circunstancias que su captura y actual retención causa un hondo dolor al pueblo peruano.

Una política exterior que debe sobrellevar actos característicos de la guerra fría, no puede concluir en nada positivo. En términos comparativos, creo que el trato dado por Chile al Perú y Bolivia no se condice con el concedido a Argentina. Para confirmar esta afirmación basta ver cómo se optó por entregar parte importante de Campos de Hielo Sur a cambio de asegurar una integración duradera.

Pienso que Chile debe mostrar grandeza. Dado que me han asegurado que el Huáscar no está en situación de elevar anclas con destino al Callao, Chile debería ofrecer al Perú una soberanía y custodia compartida. Este ofrecimiento debe contemplar, por ejemplo, que cada día se arríe la bandera de uno de los dos países y se ice, por las próximas 24 horas, la bandera de la otra nación, y así sucesivamente. A su vez, que el oficial a cargo del último cambio de guardia del día le entregare el monitor al oficial del país vecino también por las próximas 24 horas, y así sucesivamente.

A partir de una soberanía y custodia compartida podremos hablar del Huáscar como Santuario de las Glorias Navales de Chile y Perú. Mientras tanto seguirá siendo un botín de guerra que humilla día a día a nuestro vecino, por mucho que se le maquille con apelativos llamativos.

Previendo alguna réplica, advierto que me parece obvio que la real integración de Perú con Chile no pasa exclusivamente por el Huáscar, pero en esta oportunidad quise dar cuenta de una anécdota que muestra lo lejos que se está de tener un respeto cultural por nuestros vecinos, lo que, de ser enmendado, allanaría la necesaria integración comercial y política que es tan necesaria desde hace mucho tiempo.

(Publicado en Revista Capital N°179, mayo de 2006, p. 127)

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Hola: ¿Por que no contestas mis e mails?

Cherie

12:36 a. m.  
Blogger TantoGusto dijo...

Podrían encallarlo y hacer una disco. In the Navy Dark room en el gabinete de Grau. El estilo marinerito es muy Tom of Finland. Contéstele a la dama.

1:53 a. m.  

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