NY FOREVER
- Un Manhattan para ver, comer, pasear y pasarlo bien.
Sin ser millonario, necesariamente.
Me recomiendan Le Bernardin, Bouley, Nobu, Babbo, entre otros. ¡Mansa gracia! Esos restaurantes están calificados por las guías culinarias como los mejores de NY. Esperaba picadas alternativas, menos de moda (si eso es posible en NY) y más baratas.
Sugiero otros derroteros, como desayunar en el West Village en The Grey Dog’s Coffee (33 Carmine St. entre Bedford & Bleecker) por sólo US$7. Sus parroquianos se refieren a él como el “anti-Starbucks”, y vaya que dice harto esta frase. Si se quedó vagando por ese barrio y lo pilló la hora de almuerzo, propongo el Ditch Plains (29 Bedford St.) o el Bar Pitti (en el Nº286 de la 6ª Avenida entre Bleecker & Houston). Y si opta por el Pitti, saboree un osobuco con polenta (nuestra chuchoca) o un pescado cocido en su punto y no recocido como siempre sucede en Chile.
Otro día desayune en el patio de las Trump Towers (US$8,5) y enseguida aproveche que en el Guggenheim está la exposición de la primera mujer ganadora del prestigioso Pritzker Prize: Zaha Hadid (www.zaha-hadid.com). Después de recorrer la muestra, coincidirá que, salvo algunas excepciones, nuestra arquitectura es bien fome y poco creativa. ¿De quién es la culpa: de la oferta o de la demanda?
Esa tarde, si le gustan las comedias musicales (nadie es perfecto) vaya a ¡Mamma Mia! (al menos gozará con la música de Abba); pero mejor vea el ya clásico Blue Man Group, o el emotivo Slava’s Snowshow y, por cierto, no se pierda el tradicional Blue Note (el más fino y extraordinario jazz en vivo de NY). Haga reserva para la primera función (20 horas). Así, podrá luego ir a algunos de los restaurantes antes señalados o en el Greenwich Village, a dos cuadras del Blue Note, al Lupa (170 Thompson St.), una auténtica trattoria romana.
Ya que está en Thompson St. no deje de visitar la disquería del Nº210 y, si no logró espacio en el Lupa, coma en el Boyd Thai (también con el Nº210 de Thompson St.), donde el menú del almuerzo sólo cuesta US$6.95 y es sabrosísimo. Si vuelve a no encontrar una mesa, a un par de locales de distancia está el riquísimo Cuba (222 Thompson St.).
Esa tarde, si le gustan las comedias musicales (nadie es perfecto) vaya a ¡Mamma Mia! (al menos gozará con la música de Abba); pero mejor vea el ya clásico Blue Man Group, o el emotivo Slava’s Snowshow y, por cierto, no se pierda el tradicional Blue Note (el más fino y extraordinario jazz en vivo de NY). Haga reserva para la primera función (20 horas). Así, podrá luego ir a algunos de los restaurantes antes señalados o en el Greenwich Village, a dos cuadras del Blue Note, al Lupa (170 Thompson St.), una auténtica trattoria romana.
Ya que está en Thompson St. no deje de visitar la disquería del Nº210 y, si no logró espacio en el Lupa, coma en el Boyd Thai (también con el Nº210 de Thompson St.), donde el menú del almuerzo sólo cuesta US$6.95 y es sabrosísimo. Si vuelve a no encontrar una mesa, a un par de locales de distancia está el riquísimo Cuba (222 Thompson St.).
¡Ah, usted es lector! Entonces no se pierda St. Mark’s Bookshop (en el 31 de la 3ª Avenida), muy cerca de St. Mark’s Place, lugar que vio nacer al movimiento Punk (yo, quizás igual que usted, pensaba que su origen era inglés). Si sus librerías santiaguinas favoritas son: Qué leo, Ulises, Metales Pesados o Quimera acérquese a St. Mark’s Bookshop, pero si prefiere la Feria del Libro, entonces compre el best seller que busca en las cadenas Barnes & Noble o Rizzolli.
Además, a un par de cuadras, en Union Square, está la disquería Virgin Megastore (hay un segundo local en Time Square), donde encontrará toda la música que le gusta y que no ha podido dar con ella en otros lugare físicos.
Unas últimas líneas sobre el ya mítico barrio Meatpacking District. El área que éste comprende está conformada por los alrededores inmediatos de la punta de diamante donde convergen las calles: 9ª Avenida, Greenwich St. y Hudson St. con la 14th St. En los primeros años de los 80, en él se abrieron algunos locales nocturnos y, en 1985, el restaurante Florent. Luego vinieron los clubes de rock alternativo, como Baktun y The Cooler. Esas tres situaciones podrían identificarse como el punto de partida del actual barrio. En el último tiempo, han llegado los diseñadores de moda y se instalaron dos hoteles imbuidos en el nuevo clima cool generado: Maritime (2003) y Gansevoort (2004). No cabe duda que esos hoteles y los restaurantes Pastis (telón de fondo de muchas escenas de Sex and the City), Markt (401 West 14th St.) y Spice Market (403 West 13th St.), junto al Florent, la llevan hoy en NY.
(Publicado en Revista Capital Nº183, junio 2006, p. 120)
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